Domingo

15 de agosto de 2010
El silencio se adueñó de mis días. La tranquilidad antes de la tormenta.

El vértigo que crece en mi pecho, y la mano que lo calma.

El recordar que el amor no es todo, sólo una maravillosa parte.

Son tiempos donde la ambivalencia va quedando atrás para dar lugar a la certeza... al menos por un tiempo...

1 comentarios:

Flowers dijo...

Es importante de saber que sólo es una parte. Prácticamente entender eso es el secreto de la felicidad.