Amigas

23 de diciembre de 2010
En fin de año me encuentro, como muchos otros, en reuniones y cenas diversas.

En la mayoría no me sentí parte, me sentí lejos de todos.

Hoy cené con tres amigas y me sentí una más.

Que lindo cuando eso sucede. No?

Gracias.

20 de diciembre de 2010
Hoy fue el día más feliz del año.

Lo resume este momento: salir de la escena y ver que estoy donde quiero estar. Cada vez.

Milonga V

14 de diciembre de 2010
Es por esto que siempre regreso, porque entiendo que todo va y todo vuelve. Vale la pena perdonar, ser humilde, y dar otra oportunidad. Ayer fue una de esas noches en donde la magia tocó mi cuerpo. De nuevo.

Para todas mis amigas, amor es la palabra mayor, la máxima aspiración. Para mí esa sensación es el instante único e irrepetible en donde mi cuerpo se comunica con otro cuerpo, en el lenguaje del tango. Sólo lo siento cuando danzo abrazada, y no siempre sucede, al contrario, como el amor, te toca pocas veces realmente. Nunca se cuando será, pueden pasar dos días o dos años. Pero cuando sucede....

Milonga IV

11 de diciembre de 2010
Volví a esa milonga, donde una vez la pista me vio eufórica y completamente deprimida. Anoté no volver, aunque sea por un tiempo.
No había nada para mí ahí, nada ni nadie. Hombres que creen que saben lo que quieren, y que no tienen nada más que un vacío. Tangos viejos, apretones y miradas.

Luego del cuarto fracaso me fui, con mis tacos puestos. Cuando la noche es mágica bailo hasta que me duelen los pies, y cuando no doy más me cambio los zapatos por el calzado cotidiano, antes de irme. Pero cuando me voy enojada, como hoy, me los llevo en los pies, y me los saco al borde de mi cama, sola.

Resulta que cuando llego me doy cuenta de dos cosas: es el día nacional del tango, irónico. Por otro lado, resulta que hoy es mi aniversario sexual con Él, que hace un mes no puede tener sexo, y que hoy no está acá, ni mañana, ni pasado...

Estoy profundamente enojada. Y un poco triste también.

Si me cruzas por la calle, te recomiendo mantener distancia.

Buenas noches.

Nada es para siempre

9 de diciembre de 2010
Hoy termina un ciclo. Me angustia un poco, pero me gusta que las cosas vayan cerrando. Digamos que me gusta más de lo que me angustia.

Todas las voces me devolvieron lo mismo: Ambivalencia. Y hasta algunas se atreven a ser más tajantes: este camino no es para vos. Enfrentá el miedo a la soledad... entre otros consejos.

No creo tenerle miedo a la soledad.  Y sí, disfruto estar en pareja.

Pese a todas las señas que me indican que doble, yo sigo derecho. No se si escucho a mi corazón, a mi mente, o si simplemente no escucho nada de nada. Pero decido seguir por este camino, me hago cargo de las consecuencias, y me lo tomo con soda.

Nada es para siempre.

Hoy es siempre

7 de diciembre de 2010
Luego de golpear varias veces, atravieso las puertas de tu mente. Desde esa zona oscura, parte consciente, parte inconsciente, me preparo para vos, desde tus propios deseos.
Cuido bien cada detalle, cada textura, cada color...
Me encanta jugar tu juego.

Avanzo sobre mis tacos, mis talones quedaron lejos del suelo. No necesito mucho más apoyo, tengo alas invisibles que me elevan hacia tu cama, espacio lúdico donde todo termina y todo comienza.

Tu olor... se clava en mi mente, y el recorrido de tus dedos queda tatuado en mi cuerpo.
Mi corazón se enciende, mis piernas se abren y dejan paso a tu mente, tan magníficamente morbosa.
Tan, tan oscura, que de algún modo logra llevarme hacia mi lado de luz.

Entrega.

Tuya.

Hoy-es-siempre.

Ironía

4 de diciembre de 2010
Extraño sentirme la nada misma bajo tus pies. Extraño verte gigante.
Todo era más fácil cuando no había duda, de donde cada uno tenía que estar.

Se perdió la disparidad que nos equilibraba.

Extraño verte gigante, pero ya no sos gigante para mí...

...Y mi corazón está cerrado desde entonces

Que ironía.

La Rendición I

2 de diciembre de 2010
Una vez amé tanto a un hombre que dejé de existir: él lo era todo; yo, nada.
Alguien tiene que estar encima, alguien debajo. Uno al lado del otro es un aburrimiento. La igualdad niega el proceso, impide la acción. Pero estando uno encima y el otro debajo, se puede ir a la luna y volver antes de que dos iguales pacten quiébn paga, quién se folla a quién y quién es el culpable.
Sin embargo, en mi transformación no pasé de abajo arriba, sino de abajo abajo: de mi deplorable sumisión empcional a mi bendita sumisión sexual.

Extracto de "La Rendición", de Toni Bentley