Milonga IV

11 de diciembre de 2010
Volví a esa milonga, donde una vez la pista me vio eufórica y completamente deprimida. Anoté no volver, aunque sea por un tiempo.
No había nada para mí ahí, nada ni nadie. Hombres que creen que saben lo que quieren, y que no tienen nada más que un vacío. Tangos viejos, apretones y miradas.

Luego del cuarto fracaso me fui, con mis tacos puestos. Cuando la noche es mágica bailo hasta que me duelen los pies, y cuando no doy más me cambio los zapatos por el calzado cotidiano, antes de irme. Pero cuando me voy enojada, como hoy, me los llevo en los pies, y me los saco al borde de mi cama, sola.

Resulta que cuando llego me doy cuenta de dos cosas: es el día nacional del tango, irónico. Por otro lado, resulta que hoy es mi aniversario sexual con Él, que hace un mes no puede tener sexo, y que hoy no está acá, ni mañana, ni pasado...

Estoy profundamente enojada. Y un poco triste también.

Si me cruzas por la calle, te recomiendo mantener distancia.

Buenas noches.

2 comentarios:

Hugo dijo...

Bueno, ojalá puedas recuperar el tiempo perdido cuando regrese.

Mientras tanto, no se... Yo llevo bastante más y es como que ya me dieron ganas de ser un monje.

Lo cual es algo triste.

Tom dijo...

El duelo lleva tiempo, a veces con tacos, a veces no. Pero el destino juega sus cartas de manera misteriosa.

Mataría por poder leerte de aca a 6 meses y ver que sucedió.

Anotado en mi agenda.