El deseo me desborda, toma la forma de un tango y se retiene. Contenido.
Suerte que bailo. Sino quien sabe donde estaría, la extraña mañana en que amanecería...
Suerte que la danza me contiene. Suerte... sino el deseo me comería, me dominaría, y ya no sería mi dueña, ni suya. Sería tuya.
Suerte que bailo... y el dos sigue siendo dos.
Cartografías
Hace 4 años
4 comentarios:
precioso...danza y deseo, el deseo en la danza y la danza como deseo.. ¿y el tango? El tango es otra cosa es el deseo mismo...
beso
druida
El arte nos sostiene, es así.
esperá, ¿cuál de todos los dos? me tomo una semana y vuelvo y no entiendo un pepino.
Aunque no parezca somos dos.
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