44

27 de mayo de 2011
De pronto me empecé a calentar, de la nada. De manera completamente inexplicable. Empecé a pensar cosas, y a estar cada vez mas caliente. Me frotaba, me rozaba, pero no era suficiente.
No dude, ni bien me bajé del 44, en entrar al primer bar que vi.  De forma cortés, como es característico en un dama, pregunté si era posible usar el baño. Con gentileza el señor de la barra me indicó el camino. Supongo que no se imaginaba cual era mi urgencia.
Por suerte estaba vacío, aunque de haber alguien, no hubiera impedido lo que ya estaba decidida a hacer. Trabé la puerta, dejé la cartera en el piso y me desabroché el jean. Me senté y empecé a tocarme. Noté lo masculino de la situación. No pensé en nada ni en nadie, sólo necesitaba agotar esa calentura que de forma inexplicable se estaba apoderando de mí. Acabé finalmente en algún bar de Belgrano, ni siquiera recuerdo cual era.
Me arreglé nuevamente, agradecí al hombre de la barra y seguí mi camino.

Sacrificio.

13 de mayo de 2011
Etimológicamente; sacro oficio o sagrado hacer. No se trata de deshacer nada de lo hecho, sino de hacerlo sagrado, no es castigar al yo, sino elevarlo a la conciencia de lo sublime.

Sagrado, en la etimología, significa “volver a lo divino”, o “recordar el conocimiento de lo divino”.

El sacrificio voluntario representa un “sagrado hacer”, una activa labor realizada con entrega para que se revele lo sagrado, para despertar el conocimiento, para acceder al orden que trasciende las formas concretas y visibles del mundo ordinario...

Hágase tu voluntad y no la mía.

Llegó el momento

6 de mayo de 2011
Estoy pensando en mudarme... o en transformarme.
En organizar lo que escribo y lo que muestro. En organizarme.

Seleccionar cuidadosamente cada etiqueta, cada color, cada experiencia.
Usar este medio como medio de difusión, para generar olas en el mar, y quien sabe que mas.

Ahora que soy agua encausada, es el momento...

La virgen del pecado

4 de mayo de 2011

La virgen del pecado, la novia de la flor de la saliva, el sexo con amor de los casados.
Dueña de un corazón, tan cinco estrellas, que hasta el hijo de un Dios, una vez que la vio,
se fue con ella.Y nunca le cobró, la Magdalena.
Si estás más solo que la luna, déjate convencer, brindando a mi salud, con una que yo me sé.
Y, cuando suban las bebidas, el doble de lo que te pida dale por sus favores, que, en casa de María de Magdala, las malas compañías son las mejores.
Si llevas grasa en la guantera un alma que perder, aparca, junto a sus caderas de leche y miel.
Entre dos curvas redentoras la más prohibida de las frutas te espera hasta la aurora,
la más señora de todas las putas, la más puta de todas las señoras.
Con ese corazón, tan cinco estrellas, que, hasta el hijo de un Dios, una vez que la vio, se fue con ella,
Y nunca le cobró, la Magdalena.

Una canción para la Magdalena - Joaquín Sabina.