Déjate sorprender

29 de octubre de 2010
Últimamente mi costado dominante siempre va dos casilleros adelante. Hoy recordé cultivar mi otro lado ¡Y que sorpresa! 

Respiro el aire de la incertidumbre nuevamente, y es tan hermoso. No se lo que va a pasar, y es perfecto. 

El camino se va haciendo a mis pies, me entrego al viento y confío. Estoy parada en un universo de posibilidades. Sin empujar hacia ninguna, sin desear nada. Estoy escuchando, bailando, riendo.

... Y detrás del humo te veo...


Wired

28 de octubre de 2010
Hoy fue un día de lo más raro. Esos días en donde siento que todo pende de un hilo tan fino...


... Que pareciera que todo puede irse a la mierda de un segundo a otro.



Milonga III

15 de octubre de 2010
Allí estoy, fiel a mi ritual de los miércoles. El clima hizo que cambie la copa de vino por una cerveza. Compro de litro porque eventualmente comparto un momento con algún conocido.
La noche está calurosa, afuera llueve. Cambio mis Adidas por mi Comme Il Faut, la música me emborracha más que el alcohol, y me dejo llevar... Es el momento previo, donde la dulce incertidumbre tiene el poder. Pierdo el control de la situación a medida que gano el control de mí misma. Éxtasis.

Empieza el juego, la danza. Cada paso me acerca a mí misma, cada movimiento es una manifestación de quién soy, una definición momentánea. Elijo cómo responder a la propuesta y en ese encuentro me encuentro.
De a momentos me río porque me doy cuenta de algunas intenciones, pero me mantengo fiel a mi objetivo: bailar hasta caer extasiada. Enamorarme del momento y vivirlo como eterno.

Cuando llego a casa escucho una voz conocida que me acusa de estar enamorada de la danza más que de nadie. Voces en mi cabeza me dicen que es un amor injusto, que no me da más que un éxtasis que parece eterno, pero que es efímero. Que al fin y al cabo no me queda nada.

Claramente las voces en mi cabeza no saben bailar, pienso.

Nunca se sabe... pero se sabe.

13 de octubre de 2010
Aunque cierre los ojos muy fuerte puedo olerlo, y aunque me tape la nariz o bañe mi vida en perfume, puedo tocarlo. Cuando todos mis sentidos me engañan, puedo intuirlo... entonces lo se.

Y cuando algo se sabe, se sabe. No hay mucho más que hacer con eso. Las tripas no mienten, como diría alguien, el cuore tampoco. La pregunta que se abre es qué hacemos con esta verdad irrefutable. Con esta certeza. De que las cosas no son como queremos que sean, las cosas son como son, y así ha sido siempre. 

Me siento tranquila esta noche. La calma de lo real, conteniendo al mundo de la ilusión que se desvanece. Y si voy a confiar en un imposible, será en un imposible que me estaque el corazón en el medio del patio.

Volver a casa

6 de octubre de 2010
Hay situaciones que despiertan lados sombríos de mi ser.
Luego recuerdo aquella sensación, única, intransferible, inviolable,
que me regresa a mí, por más perdida que esté.

En este barullo cotidiano es fácil perderse.

Como Hansel y Gretel, voy dejando migas por el camino para poder volver a casa.

¿Volvemos?