Adicción

2 de junio de 2010
Como las cosas que dejan de ser de un día para el otro, y vuelven a serlo, sin saber bien por qué; volví al ruedo de las miradas, los códigos y los abrazos. Del amor de tres minutos. Del proponer y el disponer. De dejarme llevar, de dejarme ser.
Y recordé ese júbilo en tensión, esa hermosa sensación de caminar bajo la luna yéndome a encontrar con un montón de desconocidos que van a encontrarse conmigo. Ese no saber que va a pasar, quién va a estar, esa promesa de que sin querer y sin saber, todo puede cambiar...

Ser feliz por tres minutos, y olvidarme del mundo en los brazos de alguien más.


Horas mas tarde...

La copa vacía, los pies latiendo, ya es tiempo de emprender el regreso. El taxista me cuenta que en sus tiempos las mujeres se peleaban por bailar un tango con él. Llego a casa cansada pero con el corazón despierto. Camino hacia el cuarto contenta, disfrutando de cada segundo antes de sumergirme la cama. Dejo los zapatos, elegante elemento de belleza y tortura, y antes de cerrar los ojos me doy cuenta... tengo que cuidarme de esta adicción nocturna e intangible, porque en su momento de esplendor me hace sentir que me da todo, y al llegar a casa veo que realmente no me deja nada, más que el deseo de que llegue la próxima noche y la luna me invite a bailar en los brazos de algún desconocido.

6 comentarios:

El alter ego de Mabel dijo...

te digo, el otro día llegué a la conclusión de que la peor adicción es la de ser como es uno.

Flowers dijo...

No es poca cosa desear.

Espérame en Siberia dijo...

Galeano dice: "Yo duermo junto a una mujer. Yo duermo a la orilla de un abismo."

Muá.

Anónimo dijo...

Muy bueno, muy instintivo y a la vez reflexivo

Geisha dijo...

El alter ego de Mabel: asi es, somos adictos a nosotros mismos, creo que es uno de nuestros grandes conflictos.

Flowers: no, no lo es... A veces siento que es lo que me mantiene viva.

Esperame en Siberia: hermosa frase, no la conocía, gracias =)

Oscuro: muchas gracias, instinto y reflexión hacen una buena dupla.

leandro molins dijo...

Viajes en el tiempo, saltar de un lugar a otro anclandose en un lugar o cosa, en este caso un boliche, puede ser un sillon, o tambien un vicio.